martes, 31 de agosto de 2010

El Origen de Christopher Nolan

Decir que Inception (El Origen) es un filme único, no sería ninguna novedad. La mente del director Christopher Nolan, esa que hace dos años atrás nos volvió a sorprender con la segunda parte de Batman, se vuelve cada vez más perfecta, mostrando por qué amamos el mundo del cine y por qué puede transportarnos a otras realidades por unas dos horas.
Inception tiene cosas que hemos visto en Matrix, es cierto, pero también tiene la magia del cine clásico de acción, en donde los protagonistas sólo deben cumplir una misión, en este caso la última, y donde el objetivo es bien simple: sembrar una idea. ¿Es acaso posible esto? ¿Se puede? Nolan utiliza en sus filmes un recurso que no aceptaríamos en el mundo real: hacernos creer que ciertas cosas existen porque parecen reales.

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